Las 5 causas por las que hay falta de conductores de camión
“Necesito conductor para camión"
Se ha convertido en uno de los anuncios más habituales en los portales de anuncios en internet.
La falta de conductores de camión en Europa se ha convertido en uno de los grandes problemas a los que se enfrenta el sector. Cada vez es más difícil para las empresas encontrar chófer para camión que cumpla con las aptitudes y habilidades requeridas. Se estima que se necesitarán entre 30.000 y 45.000 camioneros hasta 2025.
Según Transport Intelligence, en los próximos años Europa necesitará 400.000 conductores; España 15.000; Reino Unido 60.000-76.000; Alemania entre 45.000-60.000 y Francia, 43.000.
La realidad es que se produce una paradoja en la que aumentan los trabajos de conductor de camión a la misma vez que disminuye el número de camioneros aptos que están dispuestos a prestar sus servicios. Entonces, ¿Cuáles son las causas que aumentan la brecha entre oferta y demanda de trabajo del sector?
Son numerosas las causas que hacen que haya camiones parados en las flotas, pero hemos querido resumirlas en 5, que se pueden dar en tanto en el transporte nacional como internacional:
1 – Mercado de trabajo precario
El trabajo del transportista se revalorizó al comienzo de la crisis sanitaria por el COVID-19. Con el país paralizado los camioneros estuvieron trabajando duramente para llevar los recursos que abastecieron a los hospitales, supermercados y otros establecimientos de primera necesidad. Pero la realidad es que este reconocimiento no se ha trasladado a una mejora de las condiciones laborales.
La guerra de precios que sufre el sector repercute directamente a los conductores, en forma de bajadas de sueldo, contratos basura y falsos autónomos. También, que los transportistas cobren en función de los kilómetros que hacen, lleva a que los conductores hagan más horas en carretera de las que les corresponde. Todo esto crea un entorno de trabajo y condiciones que no son las idóneas para atraer a nuevos trabajadores y solucionar la escasez de conductores.
2 – Envejecimiento de los trabajadores
La falta de conductores de camión jóvenes es uno de los problemas que más afecta al sector del transporte de carga, con una media de edad entre los camioneros en torno a los 47 años.
Si la tendencia actual se mantiene, y no entran transportistas jóvenes en el sector, en 10 años nos encontraremos con una situación de verdadera incertidumbre, al jubilarse más trabajadores de los que entran.
Actualmente el paro juvenil es de un 40%, y en el mercado del transporte de carga necesitan personal joven. Entonces, ¿por qué no acuden los jóvenes a cubrir esas vacantes?
La respuesta, el sector no atrae a este sector poblacional. Pasar el día en la carretera, varias semanas fuera de casa, tener que trabajar días festivos, acarrear con la peligrosidad de intentos de robo, y un salario en torno a los 1400€. Estos son algunos de los alicientes que generan entre los más jóvenes el pensamiento de que un trabajo como camionero nos les sale rentable. Si a eso le sumas el bajo poder adquisitivo de los menores de 25 años, con la inversión inicial que necesitaría un trabajador para iniciarse en el transporte, hace que las barreras de entrada en el sector sean altas.
Se han llevado a cabo acciones para mejorar la inserción de los jóvenes al sector, como la reducción de la edad mínima para conducir un camión con permiso C a 18 años, y del permiso D y D+E a 21 años. Pero estas medidas resultan insuficientes, y desde el sector se reclaman más iniciativas y ayudas para producir un efecto llamada y formar a conductores jóvenes.
3 – Activación y aumento de los transportes
Todos sabemos las consecuencias que tuvo la pandemia que actualmente vivimos cuando estalló. El confinamiento provocó que la demanda de bienes y servicios se contrajera, y con ello la demanda del transporte de mercancías. En ese momento se redujo la brecha que existía entonces entre demanda y oferta de trabajo en el sector del transporte de carga. Se eliminó notablemente ese desequilibrio y provocó que en 2020 pasara a un segundo plano la falta de conductores en gran parte de Europa. Pero al tratarse de un problema estructural, en cuanto se produjo el proceso de desescalada y la consecuente activación de la economía, no tardó en crecer la necesidad de conductores. Esto hace que en 2021 se esté disparando la demanda de nuevos transportistas, y que se vuelva a una situación parecida a la que teníamos a finales de 2019 o principios de 2020, estimando un déficit de conductores entre el 18% y el 20%.
4 – Empresas buscan transportistas avalados.
Los conductores tienen la tarea de llevar una mercancía valiosa de un punto a otro sin que sufra el menor daño posible. Además, se debe de cargar con las facturas, albaranes y registro de kilometraje. Son tareas de gran responsabilidad en las que las empresas delegan en conductores de confianza.
Por ello las empresas de transporte buscan conductores que cuenten con recomendaciones y experiencia positiva en otras empresas. Que un transportista cuente con recomendaciones es un filtro que las empresas de transporte suelen utilizar en la búsqueda de empleados, y que les reduce notablemente el proceso de selección. De hecho, las empresas suelen interesarse en que un conductor sea recomendado por su capacidad de concentración en la carretera y por que cumpla con las regulaciones de seguridad básica.
5 – Falta de formación en los transportistas
Según el estudio realizado por la Organización Internacional del Transporte por Carretera (IRU), el 40% de los profesionales encuestados coinciden en que la poca formación de los transportistas es la causa principal de la escasez de conductores.
Las empresas necesitan conductores formados que conozcan la profesión y su regulación, además de unas habilidades operativas que les permitan desenvolverse en diversos mercados europeos y en condiciones adversas.
La crisis sanitaria provocó una salida de conductores con experiencia tras el empeoramiento de las condiciones laborales, y el cierre de centros de formación por las dificultades para abrir. Todo esto se traduce en una falta de habilidades dentro del sector, provocando insatisfacción de los clientes y mala imagen de las empresas.
Por todo ello, la formación se ha convertido en un recurso tan valioso, como escaso, que puede ser la principal clave en la recuperación de la brecha oferta-demanda de transportistas.
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